Desgraciadamente, esta conformidad asimismo significa que, como animales sociales, estamos diseñados para ser mediocres. Por poner un ejemplo, cuando uno se equivoca al hacer algo excepcional, ¿De qué forma reacciona? Bastante gente diría "Ah, no fue nada" o insisten en quitar la atención de sí diciendo: "No podría haberlo hecho sin tal o bien como cosa". Basta con mirar el libro de no ficción más profundo. Los agradecimientos cuentan un batallón de personas con las que el creador se siente en deuda. Prácticamente te hace meditar que no ha tenido nada que ver con su escritura. Mas mira a Michael Phelps y sus ocho medallas de oro, o a la pequeña Shawn Johnson, que al fin consiguió una Medalla milagrosa virgen maria 21 noviembre de oro en gimnasia femenina.
Claro, siempre hay otros a los que agradecer. Por otro lado, los vencedores saben que sin su actitud heroica su hazaña jamás se habría conseguido. Entonces, ¿podemos querer la contribución de los demás? Sé que casi todos los sacrificios de la vida son un deporte de equipo. Esto sigue dejando una pregunta fundamental. ¿Podemos funcionar normalmente en la sociedad y proseguir dejando nuestra huella?
Creo que podemos pues, si no podemos, y nuestra naturaleza animal es lo único que nos define, entonces no somos realmente humanos. Si nuestra naturaleza animal lo fuera todo, no necesitaríamos el arte, no habría Super Bowl, ni JJ. OO., ni Einstein, ni la Madre Teresa. Desgraciadamente, múltiples meses antes de las JJ. OO., Marilyn padeció un accidente que la forzó a estar hospitalizada durante un tiempo. Su participación en las JJ. OO. quedó en cuestión. Pocos le daban la posibilidad de ganar una Medalla milagrosa virgen maria 21 noviembre, incluso si se recobraba a tiempo. Justo antes de empezar nuestra visita al edificio, Bob señaló una foto en la pared, en la que aparecía con el ex- vicegobernador Hilary Weston, el ex ministro provincial de servicios sociales y una joven que acababa de percibir una Medalla milagrosa virgen maria 21 noviembre.
El Ministerio de Cultura y Ocio invitó a Bob a formar parte del comité de selección para la concesión de la Medalla de Ontario al Buen Ciudadano. Se transformó en el Presidente del Comité y debió leer entre 12 y 15 carpetitas llenas de currículos de personas que habían sido sugeridas para recibir el premio. En medio de todos estos currículos, Bob se encontró con uno que le llamó la atención: no era inusual en lo que se refiere a logros, el candidato había sido voluntario en un programa de desayunos, en el banco de comestibles y en un programa para personas mayores, realmente no era uno de los currículos más impresionantes.
Esta serie, si alguna vez ve la luz del día, es mi esmero de oración para compartir en este planeta de progenitores de familias rotas, mezcladas, re-rotas, solteras y heridas, la curación, el propósito y el estímulo de que las temporadas pueden parecer duras y oscuras, mas cambian, y que podemos encontrar nuestra mayor visión y comprensión de la dirección y la fidelidad de Dios cambiándonos y también impactando a través de nosotros en las vidas de los pequeños que nos siguen. En nuestras duras temporadas de travesía, mientras andan cara sus citas con el destino de adultos a nuestro lado, nos perdemos muchas cosas que jamás podríamos recobrar si nos centramos en nosotros mismos, en los navíos duros o bien en lo que o lo bien que lo están haciendo los demás o en un sentido neurótico de perfección y rendimiento. Las estaciones cambian, debemos admitir cada una de ellas.
Las tecnologías cambian, las personas cambian, avejentan, medran y se van, pero Dios, su fidelidad a cada generación y su corazón de Padre jamás han cambiado ni nos van a dejar, y lo mejor es que imitemos sus latidos en nuestra prioridad y compromiso con las familias que creamos, cuidamos y nutrimos. Los dos beatos patronos que aparecen en estas medallas son San Cristóbal y San Miguel. San Cristóbal aparece en estas medallas por la historia en la que lleva la forma infantil de Cristo por medio de un río peligroso. Expuso su vida para llevar a un pequeño que no conocía a través de un río traicionero.
Mientras que llevaba al niño descubrió que, si bien era pequeño, pesaba mucho. Christopher descubrió después que llevaba el peso del planeta sobre sus hombros pues eso es lo que Cristo siente todo el tiempo. Los soldados que sirven a este país también llevan el peso de un país sobre sus espaldas, de forma afín a San Cristóbal. San Miguel aparece en estas medallas pues es el gran protector. Es conocido por esta razón pues cuando el cielo fue atacado por Satanás y el Averno, tomó la delantera y los forzó a recular. Todas y cada una estas medallas llevan el emblema de la sección de las fuerzas armadas en la que sirvió su ser querido, y también pueden grabarse para que sean singulares para quien las adquiera.