Desgraciadamente, esta conformidad también quiere decir que, como animales sociales, estamos diseñados para ser mediocres. Por ejemplo, cuando uno se equivoca al hacer algo excepcional, ¿Cómo reacciona? Bastante gente afirmaría "Ah, no fue nada" o insisten en quitar la atención de sí diciendo: "No podría haberlo hecho sin tal o cual cosa". Basta con mirar el libro de no ficción más profundo. Los agradecimientos enumeran un batallón de personas con las que el creador se siente en deuda. Casi te hace pensar que no ha tenido nada que ver con su escritura. Pero mira a Michael Phelps y sus ocho medallas de oro, o bien a la pequeña Shawn Johnson, que al fin logró una Comprar medalla milagrosa barcelona de oro en gimnasia femenina.
Claro, siempre y en toda circunstancia hay otros a los que dar las gracias. Por otra parte, los vencedores saben que sin su actitud heroica su hazaña nunca se habría conseguido. Entonces, ¿podemos apreciar la contribución de los demás? Sé que prácticamente todos los sacrificios de la vida son un deporte de equipo. Esto prosigue dejando una pregunta fundamental. ¿Podemos funcionar en general en la sociedad y seguir dejando nuestra huella?
Creo que podemos por el hecho de que, si no podemos, y nuestra naturaleza animal es lo único que nos define, entonces no somos verdaderamente humanos. Si nuestra naturaleza animal lo fuera todo, no precisaríamos el arte, no habría Super Bowl, ni JJ. OO., ni Einstein, ni la Madre Teresa. Desgraciadamente, múltiples meses ya antes de las JJ. OO., Marilyn padeció un accidente que la forzó a estar hospitalizada a lo largo de un tiempo. Su participación en las Juegos Olímpicos quedó en cuestión. Pocos le daban la posibilidad de ganar una Comprar medalla milagrosa barcelona, aun si se recuperaba a tiempo. Justo antes de comenzar nuestra visita al edificio, Bob apuntó una foto en la pared, en la que aparecía con el ex- vicegobernador Hilary Weston, el ex- ministro provincial de servicios sociales y una joven que terminaba de percibir una Comprar medalla milagrosa barcelona.
El Ministerio de Cultura y Ocio invitó a Bob a ser parte del comité de selección para la concesión de la Medalla de Ontario al Buen Ciudadano. Se convirtió en el Presidente del Comité y tuvo que leer entre 12 y 15 carpetitas llenas de currículos de personas que habían sido sugeridas para percibir el premio. En medio de todos estos currículos, Bob se encontró con uno que le llamó la atención: no era infrecuente en cuanto a logros, el aspirante había sido voluntario en un programa de desayunos, en el banco de alimentos y en un programa para personas mayores, realmente no era uno de los currículos más pasmantes.
Esta serie, si alguna vez ve la luz del día, es mi esfuerzo de oración para compartir en este mundo de padres de familias rotas, mezcladas, re-rotas, solteras y heridas, la sanación, el propósito y el estímulo de que las temporadas pueden parecer duras y oscuras, mas cambian, y que podemos localizar nuestra mayor visión y entendimiento de la dirección y la fidelidad de Dios cambiándonos y también impactando a través de nosotros en las vidas de los pequeños que nos siguen. En nuestras duras temporadas de travesía, mientras andan cara sus citas con el destino de adultos junto a nosotros, nos perdemos muchas cosas que jamás podríamos recuperar si nos centramos en nosotros mismos, en los barcos duros o bien en lo que o lo bien que lo hacen el resto o en un sentido neurótico de perfección y rendimiento. Las estaciones cambian, debemos aceptar cada una de ellas.
Las tecnologías cambian, las personas cambian, envejecen, crecen y se van, pero Dios, su lealtad a cada generación y su corazón de Padre nunca han cambiado ni nos van a dejar, y lo mejor es que imitemos sus latidos en nuestra prioridad y compromiso con las familias que creamos, cuidamos y nutrimos. Los dos santurrones patronos que aparecen en estas medallas son San Cristóbal y San Miguel. San Cristóbal aparece en estas medallas por la historia en la que lleva la forma infantil de Cristo a través de un río peligroso. Arriesgó su vida para llevar a un pequeño que no conocía mediante un río traicionero.
Mientras llevaba al niño descubrió que, si bien era pequeño, pesaba mucho. Christopher descubrió más tarde que llevaba el peso del mundo sobre sus hombros pues eso es lo que Cristo siente todo el tiempo. Los soldados que sirven a este país también llevan el peso de un país sobre sus espaldas, de forma afín a San Cristóbal. San Miguel aparece en estas medallas porque es el enorme protector. Es conocido por ello porque cuando el cielo fue atacado por Satanás y el Infierno, tomó la delantera y los forzó a retroceder. Todas estas medallas llevan el distintivo de la sección de las fuerzas armadas en la que sirvió su ser querido, y también pueden grabarse para que sean especiales para quien las compre.